El Arte Dramático, que tanto he defendido en las escuelas, era esa asignatura que programada desde la EGB, y después por la LOGSE, no ha tenido ningún hada madrina que la defienda ante las instituciones, ni siquiera los padres, más que algunos maestros, que nos esforzamos en estudiar y desarrollar esos conocimientos en el grupo de niños que nos tocaba en suerte.
Desearía que esta entrada, hoy que se está debatiendo la ley Sinde, la leyera la Señora Consejera de Educación, aunque a veces he escrito a esa Consejería planteando este problema y jamás tuve respuesta.
¡Por una enseñanza creativa! ¿Pero se sabe qué es eso?
¡Cuanta creatividad necesitan nuestros políticos para que nos saquen del atolladero en el que nos han metido!
Siguiendo la programción vigente, a este grupo le impartía una hora semanal de Arte Dramático y ya en sexto curso montábamos obras con texto. Entre ellas: Las aceitunas, de Lope de Rueda, Los habladores, de Cervantes; una adaptación de La fierecilla domada, de Shakespeare; Las tres Reinas Magas, de Gloria Fuerte; La sangre Derramada, de Lorca, Pluf el Fantasmita de María Clara Machado, además de numerosos espectáculos que inventábamos sobre la marcha, como por ejemplo, El gazpacho
8 comentarios:
Como dices, todos hemos terminado ejerciendo profesiones muy dispares. El arte dramático en mi vida aunque sin darme apenas cuenta ha sido de mucha ayuda, sobretodo a la hora de enfrentarme a gente desconocida y venderle mi trabajo con una sonrisa dejando atrás el miedo escénico, sobretodo me creo una gran autoestima ,me hizo crecer como persona. Me acuerdo de aquellas obras de teatro, que no me parecían entonces difíciles, pero si ahora las reviso no me imagino a mi sobrina de mi edad en aquel entonces representado a Shakespeare en una fierecilla domada.
Perdon, bajo Panoramcia se esconde Lucia Medina.
¡Qué alegría me habeis dado Lucía! Sobre todo porque os veo a todos/as tan formados, tan interesantes, tan
extraordinarios, tan saludables por dentro y por fuera y sobre todo tan buenas personas. Eso hace que yo crea que no me equivoqué tanto, cuando a pesar de muchos contratiempos, hicimos juntos una escuela creativa, científica, poética, que nos importaba la estética y la ética, y en definitiva, a la que todos íbamos con gran ilusión y alegría a aprender a comunicarnos mejor desarrollando nuestras capacidades matemáticas, lingüísticas, dramáticas, musicales, plásticas, y sin olvidar en el medio en el que nos encontrábamos dentro de la Vía Láctea.
Celebro que seas una gran Fotógrafa y que te plantees, como me contabas, hacer siempre algo creativo, estar en la búsqueda de algo nuevo. Gracias por todo y suerte.
Me enorgullezco cuando hablo de mi seño del cole y de su afán por innovar y ser rebelde ante los injusto y mejorable. Nuestra clase no recuerda la típica época escolar con su maestro, alumnos y pupítres. Nosotros recordamos teatros, danzas, talleres de cine, de autoestima...además de historia, matemáticas (con regletas)...
Muchas gracias por inculcarnos todo eso en nuestras vidas.
Aida, gracias. No hice más que lo que creí conveniente dentro de la legislación vigente, sabiendo que para ejercer esta profesión la vocación es imprescindible. Sí es verdad, que siempre andaba investigando y estudiando algún tema porque nunca me sentía del todo segura. Solo eso.
Hola Teresa,
Me ha encantado esta entrada que dedicas a tus antiguos alumnos, al amor por tu profesión y a tu afán por luchar a favor de las artes, de la creatividad y de la comunicación.
Todavía me acuerdo de cuando me preguntaste en la facultad si me gustaba el teatro y te dije que sí pero no entendía mucho, pero que quería saber más. Al final me introduje por el camino de la danza, pero me reconozco en las palabras de Panoramica: cómo ayuda a crecer como persona desarrollar cualquier actividad creativa y artística.
Nuestros caminos se cruzaron años más tarde, y espero que el reencuentro nos acerque aun más, después de tanto tiempo.
Un abrazo!
Neferet, estoy convencida que así será. Muy pronto iré a tu Centro, estoy deseandolo y haremos algo en común. Un beso
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