Un grupo de aficionados, miembros de la Peña Flamenca Niña de los Peines y de la Asociación Unicornio de Arahal, ha representado La casa de Bernarda Alba, con un éxito muy por encima al que normalmente estamos acostumbrados en las representaciones actuales. Rafael Guisado, su director, que en otros tiempos, allá por el año de 1969, montaba con Alfonso Jiménez Romero aquellos primeros estudios dramáticos con flamenco y textos de Lorca, ahora ha montado esta Casa de Bernarda Alba incorporándole también distintos palos flamencos. No son profesionales, y seguramente no se planteen nunca serlo, pero Rafael Guisado, año tras año, vierte en su pueblo esa sabiduría que Alfonso Jiménez y él adquirieron juntos, la de introducir el flamenco en el teatro, ese flamenco verdadero que los hombres y mujeres de Arahal saben cantar y tocar casi sin proponérselo. Ellos celebran su espectáculo con sencillez, con sinceridad y con devoción, y nosotros, los espectadores, quedamos asombrados y agradecidos un año más.
3 comentarios:
La obra se empezó a ensayar en mayo de 2008, completado ya el reparto, a razón de una vez a la semana. Luego del verano ya lo hicieron dos veces en el salón teatro “Cervantes” de Arahal, donde pasaron un frío tremendo, porque ese teatro es una nevera, ensayaban con abrigo y bufanda, y el aliento se les veía al salir de las bocas.
Tenían previsto representar la obra en enero, pero entonces, como consecuencias de las lluvias pasadas, se cayeron unos trozos de los estucos del techo del salón, que ya hace tiempo que necesita una restauración, y el Ayuntamiento comunicó a finales de diciembre, más o menos cuando tenían previsto el ensayo general, que los ensayos y la representación quedaban suspendidas sine die.
Fue un jarro de agua fría. En "El Correo" salió un suelto comentando su esfuerzo y las dificultades que tenían para representar. Se entrevistaron varias veces con el alcalde que les prometió habilitarles un local en el Centro Cívico. Mientras tanto retomaron los ensayos en la Peña Flamenca hasta que a finales de enero o principios de febrero pudieron disponer del nuevo local, pequeño pero cómodo. Dos ensayos hicieron allí antes del estreno.
La calidad de la representación la han visto todos, pero creo necesario destacar las dificultades que han tenido estas mujeres y su director para valorarla en su justa medida.
Enhorabuena.
Gracias por su comentario. Supongo que ha estado usted muy cerca de este grupo y de este trabajo, ya nos conoceremos.
Las circunstancias que usted me cuenta son las que padecen casi todos los grupos de teatro. Las padeció Alfonso Jiménez Romero ahí en Arahal, y también en Morón, que el mejor autor andaluz de los últimos tiempos tenía que ensayar, ya en época democrática, en una cochera; las padezco yo en las Escuelas e Institutos, que puedo ensayar en el gimnasio después de las habituales horas de clase; las padece el grupo Al Margen que ensayan en el comedor de la abuela de Asun Peña, la directora, con su abuela dando paseos entre ellos...
En Andalucía aún no han solucionado este problema, no hay lugares de ensayo para que los jóvenes puedan practicar tanto su música como sus teatros, sus artes en general.
Y se evitaría quizás muchos problemas de droga, de alcohol, de depresiones... porque cuando las personas desarrollan su creatividad están plenas, pero cuando no, buscan satisfacerse en otros lugares que a veces no son recomendables.
Si usted lee alguna vez mi tesis sobre El teatro de Alfonso Jiménez Romero verá que yo espero que en los Planes de la Segunda Modernización de Andalucía aprobados en el 2003 y vigentes hata el 2010 se fomente el teatro de Alfonso Jiménez, no sólo sus textos dramáticos sino la concepción, que a mi entender tenía él del teatro popular, y que era hacer teatro en los pueblos con la gentes de los pueblos, pero formando centros de estudio e investigación, como así mismo recojo de su conferencia "Un teatro recuperado". De nuevo, gracias. M. Teresa Mora
Mi más profunda admiración por el elenco de actrices, su director Rafael Guisado, y todas cuantas personas han puesto, de una u otra forma, su esfuerzo y dedicación para que la representación de esta obra cumbre de Federico García Lorca fuera un éxito. Y desde luego que así ha sido. Todos los espectadores con los que he tenido la oportunidad de hablar han quedado encantados si no encandilados con el resultado del trabajo realizado. Y aunque soy un completo desconocedor del mundo del teatro, sí quisiera hacer un somero comentario de lo que me ha parecido más destacado. Absolutamente magistral el personaje de Poncia, Loli ha sabido interpretar con increíble naturalidad el papel, para mí clave de la obra, imponiendo una presencia en el escenario que nos ha dejado a todos boquiabiertos. El papel de las cinco hermanas también sobresaliente. La disposición contenida y elegante de Angustias (que conociendo a la intérprete, su extroversión y vitalidad parece imposible su comedimiento), la frescura de Amelia, la facilidad de Magdalena y, sobre todo, la interpretación de Martirio y Adela que, con sus escenas de lucha por arrebatarse el amor imposible hasta llegar al trágico desenlace, nos han hecho vivir momentos de emoción incontenible. Destacado también el papel de Conchi Vera, quizá un tanto sobreactuado pero adecuado, y por último Bernarda. Parece que el papel hubiera sido pensado para Pura Merino, que ha sabido imbuir al personaje una prestancia y un carácter autoritario, absolutamente personal, que refleja como resultado la viva imagen de la moral reprimida, rígida y convencional de la época. Absolutamente maravillosa la escena de la costura.
A todas ella, gracias.
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